Cómo cortar leña de la forma correcta
Ahora que llega el invierno, seguramente estés pensando en hacer acopio de madera para utilizar en tu chimenea. Te enseñamos a cortar leña con garantías, teniendo en cuenta cómo debes dividir los troncos, dejarlos secar y almacenarlos, además de explicarte técnicas muy útiles de tala y desrame.
Eligiendo la mejor leña
Antes de empezar a trabajar, lo mejor es comenzar por elegir la mejor leña. Debemos seleccionar siempre árboles que estén en buen estado.
También es importante saber elegir el tipo de árboles que vamos a talar para leña. Los de maderas duras, como pueden ser el haya o el abedul, serán los que más calor dan, pero también corremos el riesgo de quemar la estufa por las altas temperaturas que alcanzan. Sin embargo, otras especies de árboles, como los abetos o pinos, con una madera más blanda, aportan menos calor. Lo ideal es hacer una mezcla entre todas estas especies.
Cortando la leña
Lo ideal es realizar este tipo de trabajos entre enero y febrero, puesto que así aún no se está filtrando savia a los árboles, y la madera que se obtiene es menos húmeda, aportando una mayor eficiencia calorífica para calentar tu casa.
Lo primero que debemos seleccionar es la maquinaria que utilizaremos para los trabajos. Por lo general, lo ideal será contar con una motosierra que sea apropiada tanto para la tala, como para eliminar las ramas y para hacer los cortes transversales que necesitemos. Eso sí, a la hora de manejarla, si no tienes mucha práctica con este tipo de aparatos, ten mucho cuidado. Prepárate y lee bien las instrucciones de la máquina, puesto que podrías utilizarla mal o aún peor, tener un accidente.
Además, también debemos tener en cuenta la ropa que nos pongamos para trabajar, puesto que es importante utilizar prendas y complementos que nos protejan de las astillas. Lo más recomendable es contar con un equipo de protección que incluya casco y orejeras, así como gafas protectoras, y ropa y calzado especialmente diseñados para estas ocasiones, incorporando elementos de seguridad que nos protejan.
Dividir la leña para almacenarla
La mejor forma de dividir la leña es la tradicional: separar los troncos en dos con un hacha. Ten en cuenta además que precisarás de una zona elevada donde apoyar las piezas para cortarlas.
Secado y almacenamiento
Una vez tengamos preparados los trozos de madera, debemos almacenarlos de la manera correcta para que se sequen y duren todo el invierno. Primero es necesario secarla al aire libre, en un lugar seco y elevado (para evitar que la madera absorba la humedad del suelo). Si además el sitio elegido tiene viento y sol, mejor que mejor.
Siguiendo estas recomendaciones, gozarás de leña para todo el invierno, una de las formas más tradicionales, ecológicas y baratas de calentar tu hogar.